Otro colorido dragón de Gaudí, quizá el más visitado, es el reptil sin alas de la escalera del Parque Güell de Barcelona. Gracias a Mistral, por recordármelo.
Regalar un libro y una flor es una tradición que merece la pena conservar. El Día del Libro se celebró ayer, y un autor español envuelve a medio mundo en el placer de la lectura. Eso, en estos tiempos, convierte a Ruiz Zafón en un héroe. Su bandera y enseña es un el dibujo del dragón de Gaudí que puedes ver aquí: http://dracofilia.blogspot.com/2007/08/ladn-el-guardin-del-parque-gell.html
Entre los miles de San Jorges repartidos por el mundo y estos rollizos infantes, no es extraño que apenas queden dragones. Este conjunto escultórico está frente al Ayuntamiento de Munich.
En un famoso parque temático de Orlando (EE.UU.) la furia de estos dragones recibe a los visitantes. Me recuerdan a la novela El último dragón, donde la raza que escupe fuego se enfrenta a los voladores del frío, los dragones de las montañas.
El artista Peter Buch está erigiendo en Pobla de Benifassà, al norte de Castellón, un mundo fantástico lleno de esculturas, caminitos y habitáculos increibles. La casa-dragón de la foto es la construcción más grande del jardín de Peter. Puedes conocerlo aquí: http://www.petersgarden.org La foto la envía Jaume. ¡Gracias!
Mametz Wood fue el objetivo de una división galesa durante la primera batalla de Somme, en la I Guerra Mundial. El monumento memorial toma la forma de un dragón galés que lleva alambre de espino.
Puig i Cadafalch fue uno de los grandes arquitectos del modernismo catalán. En la Casa Amatller de Barcelona, esculpió un San Jorge derrotando a este dragón.
Un ángel amamanta a un cachorro de dragón en un capitel de la sala principal de la Lonja de Mercaderes de Valencia. En este edificio podría pasar horas contemplando quimeras, gárgolas y demonios.
Desde la torre Beiaerd, junto al Ayuntamiento de Mechelen, en Bélgica, tres leones, dos dragones y un águila parecen vigilar el centro de la ciudad flamenca.
Para que nadie olvide el símbolo de su tierra, un vecino de Cardiff ha adornado su jardín con esta escultura. No deja de ser curioso ver un dragón galés rampante con bigotes chinos...