La calabaza global

La palabra Halloween deriva de All Hallows Eve, la Noche de las Ánimas. El cine y la televisión nos han acercado a su forma de celebración estadounidense y han convertido la noche del 31 de octubre en un día para los niños. Si llaman a tu puerta más te vale hacer un trato. Si no tienes caramelos, ofrece un cuento de miedo (pero no mucho).

Parque de San Francisco, en Oviedo

Oviedo es una ciudad bonita llena de parques bien cuidados. En el de San Francisco, los bancos de piedra están flanqueados por estos dragones alados de cabeza redonda.
La foto la envía Terminus. ¡Gracias!

'Draco dormiens nunquam titilandus'

Aunque no sé donde está, me gusta este dragón de piedra, tan dormido como si fuera lunes.
Y me recuerda mucho a la frase genial que inventó J.K. Rowling para ser el lema de la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería en las novelas de Harry Potter: Draco dormiens nunquam titilandus. Nunca hagas cosquillas a un dragón dormido.

Art-decó en Tallin

La ciudad de Tallin, en Estonia, tiene un curioso centro histórico con muchos edificios art-decó. El de la imagen tiene un dragón en bajorrelieve a cada lado de la puerta.

Bajo el balcón

El centro histórico de Riga es un bonito conjunto de edificios art-nouveau. Bajo el balcón de uno de ellos se agazapa un extraño dragón, pequeño y monstruoso.

Guerreros sin espada

En Riga (Letonia) hay un edificio con un dragón como este a cada lado del portal.
De cuerpo musculoso y corto, la expresión de su cara hace que me resulte muy simpático. Por la postura de las manos parece que hace tiempo sujetaba una espada o una lanza.

El brillo de Hong Kong

Esta estatua de un dorado reluciente se encuentra junto al puerto, en la bahía Causeway, en Hong Kong.
Es un dragón chino enroscado, con una esfera apoyada en la punta de la lengua.

En la Rosa de los Vientos

A los pies de la Torre de Hércules, en Coruña, hay un mosaico con una enorme 'rosa de los vientos' rodeada de emblemas celtas, entre ellos este dragón.
A Juan Antonio Cebrián, director del programa 'La Rosa de los Vientos', in memoriam.

Los cuatro de Nihonbashi

Este majestuoso y bigotudo dragón es uno de los cuatro que adornan las columnas de hierro de Nihonbashi, en el centro de Tokio, donde observan sentados el paso de miles de personas.

El calabozo de los deseos

La fantástica catedral gótica de Barcelona -construida entre los siglos XIII y XV- guarda algunos secretos, dragones y mazmorras. En este calabozo, los visitantes buscan cumplir un deseo arrojando una moneda cerca del dragón.
Se lo dedico a Felipe, en el día de su cumpleaños.

La entrada del Halászbástya

El Halászbástya o Bastión de los Pescadores es una terraza situada en la orilla de Buda del Danubio, en la colina del castillo real de Budapest, en Hungría. Sus siete torres representan las siete tribus magiares que fundaron la ciudad de Buda. Y en la entrada principal, el dragón de piedra vigila.

Muerte en la cúpula de Moscú

Sobre la cúpula del centro comercial Okhotny Ryad, muy cerca de la Plaza Roja de Moscú, hay una representación de San Jorge, el patrón de la ciudad, en el momento de dar muerte a un dragón.

El dragón del pilar

Mañana es fiesta, el día del Pilar, y nada mejor que celebrarlo con este dragón enroscado en un pilar.
Se encuentra en la entrada de la Hokkien Society, en el barrio chino de Melaka, en Malasia.

El jinete de Vigo

Una de las estatuas que adornan las calles de Vigo es esta composición de bronce de un dragón volador que lleva a un niño en el lomo.
Se lo dedico a Lluvia y Óscar, que se casaron el sábado y vivirán muchos años felices en esta ciudad gallega.

En el Gran Trianón de Versalles

El Gran Trianón es un palacio, dentro del recinto de Versalles, que construyó Luis XIV de Francia para descansar de la corte.
En los jardines hay un estanque flanqueado por un dragón acuático en piedra, de hocico redondo y garras palmeadas.

En el Central Park de Nueva York

En medio de Central Park se encuentra el Castillo Belvedere, construido en 1869 y usado por la ciudad de Nueva York como observatorio meteorológico. Es el punto más alto del parque, y en la entrada principal se puede ver un relieve de bronce de un dragón con cabeza de águila.

La fuente de Bray

Bray está al lado del mar, muy cerca de Dublín, y dicen que es la ciudad más antigua de Irlanda. Quizá por eso la llaman 'La Puerta de los Jardines'.
En la fuente de la plaza principal, un viejo dragón de piedra sostiene un escudo.

El dragón dorado de Den Bosch

Bolduque es una antigua ciudad del sur de Holanda. Su nombre oficial es S-Hertogenbosh, pero allí suelen llamarla Den Bosch, y es donde nació el genial pintor El Bosco.
Frente a la plaza de la estación hay una fuente, con cuatro dragones negros en la base y uno dorado en la cima de la columna.

Dragoncillos en Lyon

Francia es un país estupendo para avistar dragones, pues las catedrales góticas de toda Europa son uno de los cobijos preferidos por quimeras de todo tipo.
Estos dos cachorros de madera decoran la escalera del púlpito de la catedral de Saint Jean, en Lyon.

Los vigilantes de Smithfield Market

Smithfield Market es el mercado más grande de Londres, un céntrico edificio victoriano de piedra y hierro forjado. En las entradas y sobre las columnas interiores, media docena de dragones plateados vigilan agazapados la frenética actividad diaria del mercado.